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GUÍA DE LENGUAJE NO SEXISTA

1.- Introducción.

Las medidas para fomentar la igualdad en la empresa implican tanto a la empresa como a la plantilla que la compone.

El lenguaje se va transformando, las lenguas están vivas y van evolucionando, así cambian expresiones y palabras, unas por que caen en desuso y otras porque se incorporan.

Las lenguas románicas son lenguas con flexión de género esto es que varían en los sustantivos, adjetivos, artículos y pronombres.

El idioma castellano tiene dos géneros femenino y masculino o tres si contamos el género neutro de algunos pronombres como “eso” o “aquello”.

En castellano se utiliza el género masculino como valor genérico (para engloba a hombres y mujeres) y el valor masculino específico (para referirse a los hombres).

En muchas ocasiones el masculino genérico es correcto y resulta útil por economía lingüística, ya que los sujetos están suficientemente identificados (Mercedes y Luis son los directores de la clínica) y no es necesario el desdoblamiento (Mercedes y Luis son el director y la directora de la clínica).

La utilización de lenguaje inclusivo no puede conllevar la desaparición del género gramatical (un libro es un libro y no una libra) sino de tratar de utilizar el lenguaje de forma que se dé visibilidad a las mujeres y para ello esta guía desarrollar una serie de estrategias lingüísticas tendentes a conciliar, con ejemplos fáciles de seguir.

2.- Algunas ideas.

2.1.- Comodines. 

– El uso de la palabra “persona” o “parte” con un adjetivo o con una frase subordinada que la califiquen es muy útil.
“la persona ganadora”
“las personas huérfanas”
“la parte contratante”
“la parte demandada”

Cambio de Palabras.

Cambiar: “Cónyuge” por “esposo y esposa”
Cambiar: “Juventud” por “jóvenes”
Cambiar: “Habitantes” por “ciudadanos”

2.2.- Si nos referimos a una persona concreta. 

Utilizaremos   según el sexo de esa persona, la forma femenina o masculina (la jueza, la ministra, la coordinadora, la arquitecta, la abogada).

2.3.- Para referirnos a un grupo de personas, a un estamento etc. es preferible utilizar sustantivos colectivos o construcciones metonímicas:

Mejor: “La clase médica” 
Peor: “Los médicos”
Mejor: “La abogacía”
Peor: “Los abogados”
Mejor: “La plantilla”
Peor: “Los trabajadores”
Mejor: “La judicatura”
Peor: “Los jueces”

2.4.- Se puede sustituir el sustantivo por una perífrasis nominal que englobe a todo el colectivo

Mejor: “La población de Madrid”
Mejor: “La población de Madrid”
Peor: “Los madrileños”
Mejor: “El personal militar”
Peor: “Los militares”

2.5.- El órgano o cuerpo prevalece sobre la persona concreta que lo, dado que además esta puede cambiar por eso es preferible hablar de “la dirección” “la secretaría”.

2.6.- La acción, la función o el organismo substituyen a la persona.

Mejor: “Tener estudios en arquitectura”
Peor: “Tener estudios de arquitecto”

2.-7 El Género en los documentos cerrados y abiertos.

2.7.1.- En el caso concreto de documentos en los que se conoce la persona o personas destinatarias o a las que hace referencia el texto, cartas o correos electrónicos personalizados, debemos escribir en masculino o femenino según el sexo de la persona a la que nos dirijamos.

2.7.2.- En los casos de un documento abierto o un correo electrónico masivo, evitaremos, en la medida de lo posible, el masculino genérico:

“estimados padres y madres”

2.7.3.- En cartas o circulares se puede utilizar el uso de la barra o la coma que resulta muy útil para hacer circulares o formularios (compañeros/as)

En catalán la forma masculina y la femenina también se pueden escribir separadas por una barra inclinada o bien por una coma, en castellano se separarán con la barra inclinada. Pero ojo con el uso de la barra o la coma, ya que, aunque es correcto debe evitarse en los textos ya que dificulta la lectura:

“Estimadas compañeros/as, los nuevos alumnos/as para ser diseñadores/as nacidos/as deberán acudir a la llamada de los profesores/as en la sala de reuniones…”

2.7.4.- Cuando se trata de monosílabos o hay espacio para escribir, tanto en singular como en plural, debe escribirse la forma femenina entera:

“El/ella”
“Socio/ socia” 

2.7.5.- No debe utilizarse @, (letrad@s), para englobar a ambos sexos utilizar, dado que no es un signo lingüístico y oralmente no se puede pronunciar.

2.8.- La aposición explicativa, también puede ser muy útil al ser una palabra o un sintagma nominal que complementa al nombre.

“Los peritos, tanto mujeres y hombres”
“Los funcionarios, tanto mujeres y hombres”

2.9.- También es útil utilizar determinantes sin marca de género, como “cada” o “cualquier”:

Mejor: “Cada empleado”
Peor: “Todos los empleados”

2.10.- Cuando se utiliza una conjunción “y” “o” y artículos determinados hay que tener cuidado porque puede interpretarse como si se tratarse de dos grupos o colectivos diferentes y no los mismos, por eso es conveniente doblar el nombre, pero no el artículo:

Mejor: “Deben acudir los celadores o celadoras”
Peor: “Deben acudir los celadores o las celadoras”

2.11.- Uso de Pronombres

. – Se puede sustituir el uso de “el, los, aquel, aquellos”, seguidos del relativo “que”, usando “quien, quienes, cada”

Mejor: “Quien suscribe”
Peor: “El que suscribe “
Mejor: “Quienes entraron en la Sala” 
Peor: “Aquellos que entraron en la Sala” 

. – Sustituir el artículo “uno”, por “alguien” o “cualquiera”.

Mejor: “Cuando alguien va a un juicio” 
Peor: “Cuando uno va a un juicio” 
Mejor: «Cuando cualquiera opina»

2.12.- Utilización del verbo en lugar del adjetivo o el nombre.

Mejor: “No sabemos quién ganará” “
Peor: “No sabemos quién será el ganador”

2.13 Ojo con la utilización de aposiciones utilizar el sustantivo “mujer” seguido de un segundo que matiza o complementa “abogada” (mujer abogada), porque la identificación social o profesional pasa a un segundo plano y prevalece su condición de mujer, además puede resultar redundante.

Por ello es preferible utilizar la forma femenina y el artículo femenino:

Mejor: “Las abogadas”
Peor: “Las mujeres abogadas”

2.14 Imagen en redes sociales o en su comunicación:

•  Evitar imágenes estereotipadas como roles de mujeres en trabajos subordinadas.
•  Mostrando a las mujeres en actividades, estudios, profesiones en las que estén infrarrepresentadas, así como en puestos de responsabilidad.
• La paridad en la frecuencia de aparición de hombres y mujeres en ilustraciones y publicaciones.

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